viernes, 1 de marzo de 2013

Flan con un toque de vainilla

   Era necesario que apareciera por aquí alguna receta básica, de esas sanas, ricas, fáciles, que cualquiera puede hacer.  ¿A quién no le apetece un pedacito de flan casero después de comer y antes de continuar la jornada?
Casi todos tenemos nuestras versiones de flan casero: al huevo, de café, de chocolate…  y creo que no me equivoco si digo que toda madre y abuela (y seguro que muchos padres y abuelos) de este país tienen “SU” flan. Supongo que esto es un poco como las tortillas…
   Pues nada, os dejo mi versión, con un toque de vainilla que le va muuuuy bien y suavísimo al paladar. Con esto seguro que sorprendéis a alguna madre o abuela.
   Que el fin de semana os traiga muchos flanes y berretes!


INGREDIENTES (para unas 6-8 personas aprox.)
½  Litro de leche entera
250 gr. de nata líquida
5 huevos
7 o 8 Cucharadas de azúcar
Extracto de vainilla o vainas
Azúcar para el caramelo
   
   El caramelo: Ponemos  unas 5 cucharadas de azúcar en una sartén, a fuego medio-fuerte . Cuando el azúcar se haya tostado y no tenga grumos es que está listo, ya es puro caramelo. Lo echamos en el molde (o moldes) que vayamos a usar y movemos para que quede bien expandido por toda la base y parte de los lados. Cuidado con el caramelo, no os queméis pues puede que sea una de las peores quemaduras…



   A parte, en un cazo a fuego medio ponemos la leche, la nata, el azúcar y la vainilla. Si son vainas, utilizar una abierta al medio. Si utilizáis extracto, como he hecho yo, con un chorrito es suficiente (tendréis la casa aromatizada por un buen rato). Estas vainas que os he comentado y que yo no tenía podéis encontrarlas en cualquier supermercado en los estantes de las especias o en la zona de preparación de postres (con la levadura, las natillas de sobre, etc.).
    Removemos la mezcla con unas varillas hasta que el azúcar esté bien diluido.
   Mientras tanto, batimos los huevos en un bol aparte y vamos añadiendo muy poco a poco la mezcla de la leche, sin parar de remover.



   Finalmente vertemos la mezcla en el molde, lo tapamos con papel de aluminio y lo cerramos con la tapa (eso si estamos usando una flanera como la mía, si no, con el papel de aluminio será suficiente).  Yo he preferido utilizar la olla exprés en lugar del horno*. He metido la flanera y he llenado la olla con agua hasta la mitad (de la flanera). Ponemos el fuego a toda potencia y una vez que sube el pivotito de la olla, bajamos la temperatura al mínimo y dejamos allí 1 hora o como mucho 1 hora y media. Pasado ese tiempo, sacamos la flanera y dejamos enfriar (fuera del frigorífico). Cuando ya esté frío lo desmoldamos y decoramos como más nos guste. El mío se me rompió un pelín por algunas partes, pero nada, minucias ;) Os aseguro que de esta forma queda un flan suave, suave... y riquísimo :)
V.




*En vez de olla, que es una manera muy buena y rápida de hacerlo, podéis hacerlo al baño maría tradicional. En el horno ponéis una fuente o bandeja con agua y metéis el flan tapado como he comentado.  

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