miércoles, 27 de febrero de 2013

Raviolis caseros de paté con jamón y mozzarella


   Creo que esta es, sin duda, una de las recetas más impresionantes que he hecho hasta ahora. Bueno, la verdad es que quizá exagere un poco porque hace solo unas horas que hemos comido este plato de pasta y aún estamos en estado de shock…  Pero lo cierto es que… mamma mia, qué raviolis!


    Puede ser un plato algo trabajoso, sobre todo si no tenéis una máquina para hacer pasta en casa. Os diré que es un instrumento muy útil si sois amantes de la pasta (una vez que probéis la pasta casera os daréis cuenta de que NO HAY COLOR) y especialmente si os gusta la pasta rellena. Podemos comprar hoy en día muchos tipos de pasta rellena en cualquier supermercado, pero seamos sinceros: todos nos hemos preguntado alguna vez de qué están rellenos realmente los raviolis o tortellini que compramos por ahí. De esta manera no solo sabremos qué hay ahí dentro, sino que además podremos hacer cientos de variaciones con los ingredientes que más nos gusten.
   Estas máquinas no son nada caras, las básicas cuestan en torno a 20 euros y dan muy buenos resultados. Siempre que no tengáis que cocinar para mucha gente, es entretenido pasarse un ratito haciendo raviolis; pedid ayuda en casa y animaos! El resultado no os va a dejar indiferentes…

INGREDIENTES (para 4 personas)
-PARA LA MASA DE LOS RAVIOLIS:
300 gr de harina
3 Huevos
Dos cucharadas de aceite de oliva
1 Cucharadita de sal

-PARA EL RELLENO:
Una tarrina de paté (la que he utilizado tenía 280 gr. y he dejado dos cucharadas para la salsa)
Jamón
Mozzarella en lonchas

PARA LA SALSA:
200 ml de nata
2 cucharadas de paté 
Un trozito de queso gorgonzola (opcional)
2 lonchas de queso Mozarella (opcional)
Orégano (opcional)

   Para hacer la pasta mezclamos todos los ingredientes y amasamos bien, hasta que quede suave al tacto y esponjosa. La envolvemos en papel film y metemos una hora en el frigorífico.


   Pasado ese tiempo, sacamos la masa del frigo y la cortamos en dos. Con un rodillo aplanamos un poco, pero no mucho ya que ese trabajo nos lo hará la máquina para pasta.
   Ayudándonos de la máquina hacemos dos tiras grandes y anchas. (Si no tenemos máquina solo tendremos que utilizar el rodillo hasta que quede una masa muy fina). En una de ellas ponemos montoncitos del paté, que en mi caso es de jamón, unas virutas o trocitos de jamón, y un pedacito de la loncha de queso. Antes de colocar la otra tira de pasta por encima, untamos con el dedo un poco de agua en las orillas de cada montoncito para que así la masa que tapa se pegue bien. Aseguraos de que estén separados entre ellos para que nos puedan salir raviolis de un tamaño “majo” y similar. Colocamos la otra tira de pasta encima y apretamos cuidadosamente alrededor de cada relleno para que se pegue bien la pasta. Cortamos cada ravioli del tamaño que queramos, dejando un espacio razonable entre el interior y el borde, y los sellamos con un tenedor.






martes, 26 de febrero de 2013

Bollitos rellenos de Nocilla


   Antes de hacer esta receta no tenía muy claro el nombre que podría darle a esta delicia. La apariencia final es como la de una magdalena, pero no es una magdalena realmente… así que decidí que se quedarían con el tan sonoro nombre de “bollitos rellenos de Nocilla”, que es muy genérico pero define perfectamente esta pequeña maravilla.

   Cuando era pequeña mi madre nunca nos dejaba a mi hermana y a mí comer ciertas cosas o galgadas industriales como los bollycaos, los phoskitos, los donetes y, por supuesto, la Nocilla. Las dos crecimos ansiando un poco de todo aquello "prohibido" y cuando íbamos a algún cumpleaños dejábamos para los demás niños el jamón, el salchichón y las medias noches y nos poníamos ciegas a sándwiches de Nocilla ;) Ahora agradecemos enormemente a nuestra madre que sustituyera todas aquellas cosas por tan ricos bocadillos de chorizo, lomo, jamón… (gracias mami).
 En fin: que ahora que mi madre no prohíbe (solo mira de reojo acusativamente) nos hemos permitido el lujo de rellenar estos bollitos (o magdalenas o lo que queráis) con Nocilla. Qué voy a deciros del resultado… mejor comprobadlo vosotros mismos, no se puede explicar algo así ;)

lunes, 25 de febrero de 2013

Pollo a la cerveza


   No sé exactamente por qué el pollo y la cerveza se llevan tan bien, pero la verdad es que no hay guiso o asado donde no queden juntos de maravilla.
   Esta es una receta muy de toda la vida, muy de domingo en casa de mamá, pero que podéis hacer cualquier día porque es completísimo. Además, es de esos platos que se pueden dejar cocinados por la noche y comer al día siguiente si no tenéis mucho tiempo para cocinar…
   Indispensable saber cocinar un pollo a la cerveza. Yo solo os muestro mi versión, que espero que pongáis en práctica y me contéis los resultados, no tengo ninguna duda de que se convertirá en un plato de “fondo de cocina” ;)


sábado, 23 de febrero de 2013

Patatas rellenas de atún

   No hay ninguna duda de que las patatas asadas dan muchísimo juego y podemos combinarlas con casi cualquier cosita para hacer un plato interesante y barato.
   Esta receta, si peca de algo, es de ser poco ostentosa, porque los ingredientes que lleva son de lo más sencillos. Pero el resultado es impresionante, os aconsejo de verdad que lo hagáis porque estoy segura de que repetiréis y se convertirá en uno de esos platos básicos para hacer cualquier día tranquilo, sin muchas pretensiones ;)


INGREDIENTES (2 personas):
2 Patatas medianas
Una cebolla
Dos latas de atún en aceite de oliva
Un poquito de tomate frito
Queso para gratinar
Aceite de oliva
Sal y pimienta

   Comenzamos lavando la piel de las patatas y envolviéndolas en papel de aluminio. Las metemos en el horno durante una hora aproximadamente a 180º. Esto depende, por supuesto, del tamaño de las patatas: si son más bien pequeñas, como las que he usado yo, con una hora o así está bien, pero si son grandes quizá necesitéis hora y media. Echadle un vistacillo de vez en cuando pinchándolas con un cuchillo.
   En una sartén rehogamos la cebolla, con dos cucharadas de aceite y sal, picada en trozos muy pequeños. Una vez rehogada le incorporamos el atún, mezclamos y retiramos del fuego.







viernes, 22 de febrero de 2013

Ensalada de pimientos asados y ventresca


   Esta, como (casi) cualquier ensalada, es una receta muy sencilla. Tenía por casa unos pimientos aburridillos y en cuanto pensé qué hacer con ellos lo tuve claro: me encantan los pimientos asados…  mmmmm, y sobre todo el olorcillo que desprenden mientras se hacen!





INGREDIENTES:
Pimientos asados
Canónigos (u otra hoja que nos guste)
Cebolla
Aceitunas
Ventresca o bonito
Aceite de oliva virgen
Sal
Vinagre de Módena

jueves, 21 de febrero de 2013

Crema de calabacín con crujiente de jamón


   ¡Pues claro que no todo iba a ser golosear! Hay días en que a uno le apetece comer cosas sencillas, normales, pero como diría Argui, con fundamento. Estoy casi segura de que todos tenemos casi siempre en casa unos calabacines, cebolla, patatas… pues bien, en esos días en que no nos apetezca mucho pensar podemos marcarnos una crema de calabacín muy sencillita y muy de toda la vida. El toque personal  dependerá del arte y las ganas que tengamos ese día: yo hoy me he levantado inspirada y le he añadido crujiente de jamón, quesitos y un chorrito de vino blanco. Pero si no estáis muy allá, podéis dejar solo la base de verduras, chorrete de nata y unos trocitos de pan frito o huevo cocido de guarnición. ¡Bien calentitos y alimentados para un día gris como este!

INGREDIENTES ( 4 personas):
Una cebolla
Un puerro
2 Calabacines (o uno si son muy grandes)
Una patata
Aceite de oliva
100 ml de nata
Quesitos tipo El Caserío (al gusto)
Vino blanco o para cocinar
Pimienta y sal
Agua
Jamón



miércoles, 20 de febrero de 2013

Mousse de queso con torta de anís


   Ya sé que aún no os he mostrado ni una sola receta de algo que no sea dulce… pero pronto vendrá una buena tanda de recetas un poquito más adecuadas a la tan cercana (agh) operación bikini ;)
   De momento os muestro otro postre sencillito con el que podéis quedar de lujo en cualquier cena o comida. Es una mousse de queso suaaave, suave, que contrasta fenomenal con esas tortas de anís que venden habitualmente en cualquier supermercado.
   Aquí va la receta para 4 personas.















martes, 19 de febrero de 2013

Tarta brisa con fresas


   Ahora que empieza la temporada de la fresa tenemos que ir poniendo en marcha recetas que nos permitan sacarle partido a esta fruta tan rica y con tanto potencial. Es que queda bien con cualquier cosita y podemos añadirla a multitud de postres y tartas. Esta que os traigo solo es uno de tantos ejemplos. Es bastante sencilla, pero exige un poquito más de tiempo que el brownie que os enseñaba ayer. Lleva pasta brisa y una crema pastelera, que son la base de muchísimas tartas a la que le podéis añadir cualquier tipo de fruta: manzana, pera, melocotón… o incluso nada, queda buenísima. Yo la conozco como pasta brisa, pero habréis escuchado también masa quebrada o pâte brisée, a lo francés.

INGREDIENTES
- Para la PASTA BRISA:
125 gr. de mantequilla
100 gr. de azúcar
Un pellizco de sal
255 gr. de harina
Una vaina abierta de vainilla (opcional)
La ralladura de un limón
2 yemas de huevo
2 cucharadas de leche

- Para la CREMA PASTELERA
½ litro de leche
3 yemas de huevo
35 gr. de Maizena
Una rama de canela
85 gr. de azúcar




- Para decorar
Fresas al natural o en almíbar


Proceso de la pasta brisa:

   Mezclamos la mantequilla con el azúcar y la sal. Incorporamos la harina, la vainilla, la ralladura de limón y las yemas. Seguimos mezclando bien hasta que quede una pasta grumosa, como apelmazada. A continuación añadimos la leche a lo anterior y amasamos un poco, no en exceso. Si se pega mucho en las manos o en el bol donde la estemos haciendo añadiremos un poquito más de harina. La masa no tiene que quedar muy trabajada, sino más bien quebradiza.


   Tras todo ello hacemos una bola con la masa y la envolvemos en papel film transparente y la metemos en el frigorífico durante una hora.

   Una vez fuera del frigo, la estiramos con las manos en un molde redondo y bajo previamente engrasado con mantequilla. La metemos un poquito en el congelador mientras calentamos el horno a 180° y pasados unos 20 minutos la metemos hasta que quede dorada.

lunes, 18 de febrero de 2013

Brownie clásico

   Para estrenar el blog, quería empezar con una de esas cosas fáciles y sencillas que le alegran a uno el día entero. Es algo que muchos ya sabréis hacer, pero os voy a contar cómo hago mi versión, con vainilla y sin frutos secos. Si no tenéis ningún alérgico alrededor, se le pueden añadir nueces, pistachos y en realidad casi cualquier fruto seco le queda bien. Unos trocitos de chocolate blanco también le van de maravilla.
   Este que os muestro es el que triunfa en mi casa, sobre todo porque queda tiernecito y fundente por dentro, pero crujiente por fuera… creo que he encontrado el brownie perfecto, mmmm, sencillo pero espectacular.
   Este postre originario de EEUU no debe quedar con textura de bizcocho. Dicen que se originó a finales del siglo XIX cuando a un pastelero se le olvidó añadir levadura a la mezcla cuando hacía un pastel…
   También he leído que un buen brownie debe saborearse con un vaso de leche (nada de desnatada), así que animaos a hacerlo, daos un caprichito.