Mi primera experiencia con fondant

Llevaba tiempo con ganas de hacer yo solita una tarta con fondant. Y tengo que decir que, aunque el resultado no haya sido estéticamente precioso, le daría un... 8, jaja! Me quedó una tarta muy buena, y era muy gracioseta... Son los comienzos, no pueden ser espectaculares, pero creo que viendo el resultado me animaré a hacer más cositas parecidas.

INGREDIENTES:

-Pastilla de fondant

-Tintes de colores

-Bizcocho (receta aquí)

-Crema pastelera:

     Medio litro de leche

     3 Yemas de huevo

     85 gr de azúcar

     35 gr. de Maizena

     Rama de canela

Podéis hacer el bizcocho siguiendo la receta del post anterior.

Mientras tenemos el bizcocho en el horno podemos ir haciendo la crema pastelera. Para ello calentamos la leche con la rama de canela y el azúcar. En un bol a parte batimos las yemas con la Maizena y vamos añadiendo esa mezcla a la leche poco a poco, moviendo continuamente con unas varillas. Una vez que rompa a hervir retiramos del fuego y seguimos moviendo. Quitamos la rama de canela y dejamos enfriar.

Cuando el bizcocho esté listo y se haya enfriado (o al menos templado) lo abrimos por la mitad y rellenamos con la crema pastelera.

La preparación del fondant es sencilla. Podéis encontrar tanto las pastillas como los tintes en casi cualquier gran superficie (yo aquí lo he comprado en E. leclerc). Amasamos un poco hasta que esté manejable y la teñimos con los tintes comestibles para obtener el color que queramos. Yo para esta tarta hice una mezcla de azul y amarillo, recordando mis infructuosas clases de plástica en el cole, y me salió este verde bosque.  Seguimos amasando bien hasta que el color esté bien integrado en el fondant.  Con el rodillo lo estiramos, calculando la superficie de tarta que queremos cubrir y con mucho cuidado (y ayuda a ser posible) lo colocamos sobre la tarta. Lo ideal sería que no quedaran arruguitas ni pliegues raros. Ya solo queda cortar el fondant sobrante y decorarlo como queráis. Yo por ejemplo utilicé los moldes de animalitos que ya os enseñé cuando hice galletas. Cambié la combinación de azul y amarillo y teñí un poco del fondant que me había sobrado con otro tono de verde más oscuro para añadirle unos cuantos bichos al bosque. 

Os animo a que empecéis a experimentar con el fondant porque los resultados son siempre muy llamativos y si tenéis alguna ocasión especial que celebrar podéis sorprender mucho al personal. Dejad salir al artista que lleváis dentro!

V.