Probablemente algunos de vosotros no conozcáis el típico farinato salmantino. Para aclararlo un poco os diré que, aunque en la forma se parezca al embutido, no lo es del todo, ya que no se come crudo, sino frito. Tiene una textura untuosa que puede recordar ligeramente a la de la sobrasada, pero nada que ver. Se suele hacer con miga de pan, manteca de cerdo, cebolla, pimentón y algunas especias como el anís. Esto depende mucho de la zona de Salamanca, del fabricante… En mi casa, por supuesto, somos fans a muerte del que vende mi madre en su tienda* y fabrican en su familia desde hace décadas.
Con huevo combina muy bien; es lo más típico comerlo con
huevos fritos y pan. Por eso se hacen también muchos revueltos con huevo y farinato por estas tierras... A mí, lo que se me ha ocurrido hoy, es usar ese revuelto como relleno de empanadillas.
El farinato se ama o se odia. Es de esas cosas que gustan mucho, o que no gustan nada de nada de nada. A los amantes de este producto os digo que probéis estas empanadillas, os van a sorprender muchísimo!
INGREDIENTES (para 10 empanadillas)
INGREDIENTES (para 10 empanadillas)
* Embutidos y jamones “Reyes”, en Santa Marta de Tormes,
Salamanca. Ya hablaré en otro post de los productos de esta tienda y en
especial de la atención de Mati (mi madre), de la cual, obviamente, no diré más
que maravillas ;)
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