Bizcocho con mermelada de fresas casera

Pues no, algunos no tenemos vacaciones estos días, de hecho, tenemos más trabajo que en otras épocas, así que no da mucho tiempo a cocinar en casa. Pero como estos días anteriores estuve algo pachuchilla en casa aproveché para hacer algo fácil facilísimo y que todos podáis hacer estos días de vacaciones, para llevaros de viaje, de excursión, a casa de los suegros, en el tren…

Una mermelada deliciosa (nos sobran fresas, aprovechad ahora!) y un bizcocho tierno y esponjoso… mmmm...

Empanadillas de farinato

   Probablemente algunos de vosotros no conozcáis el típico farinato salmantino. Para aclararlo un poco os diré que, aunque en la forma se parezca al embutido, no lo es del todo, ya que no se come crudo, sino frito. Tiene una textura untuosa que puede recordar ligeramente a la de la sobrasada, pero nada que ver. Se suele hacer con miga de pan, manteca de cerdo, cebolla, pimentón y algunas especias como el anís. Esto depende mucho de la zona de Salamanca, del fabricante… En mi casa, por supuesto, somos fans a muerte del que vende mi madre en su tienda* y fabrican en su familia desde hace décadas.

Natillas de chocolate

Hoy he hecho unas natillas un poco distintas a las de siempre, pero que estaban buenísimas. Animaos a hacerlas y seguro que sorprendéis a alguien este fin de semana...  No olvidéis un toque de menta, que ya es primavera!

Muffins de chocolate

¿Qué sería de la humanidad sin muffins?  No soy capaz de imaginar tal aberración ;)

He oído en la radio que hoy es el día internacional de la felicidad… y qué mejor manera de celebrarlo que con unos riquisísisimos muffins de chocolate. Ya haremos más versiones en otras ocasiones, de momento os dejo la receta de un clásico, el muffin de chocolate.

INGREDIENTES (10 unidades)

2 Huevos

4 Cucharadas de leche entera

1 Yogur natural

Aceite de oliva (la medida del yogur)

150 gr. de Azúcar

200 gr. de harina

2 Cucharaditas de esencia de vainilla

100 gr. de chocolate negro

1 sobre de levadura

Virutas de chocolate

Comenzamos batiendo en un bol todos los líquidos (huevos, leche, yogur, aceite y vainilla). Batimos bien hasta que esté todo mezclado y quede una textura homogénea (cuanto más lo batamos mejor, más esponjositos estarán luego).

A continuación añadimos el azúcar y batimos.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Añadimos a la mezcla todos los ingredientes restantes:  la harina, la levadura y el chocolate fundido en el microondas unos segundos. Mezclamos todo bien.

Vertemos la masa en un molde de magdalenas o muffins como el que veis en la foto o bien en los típicos cubiletes de magdalena de toda la vida. Si lo hacéis en estos últimos no los llenéis mucho porque se puede desbordar la mezcla.

Antes de meter al horno echamos por encima unas virutas o pepitas o trocitos de chocolate. También podéis incorporarlos en la mezcla, claro.

Metemos al horno aproximadamente unos 20 minutos, vigilando de vez en cuando porque el tiempo siempre dependerá del horno que tengamos.

Cuando estén templados, desmoldamos y a disfrutar con un buen vaso de leche… solo de pensarlo me pongo nerviosa! :)

V.

Empanadillas de pisto

Ya llevaba algunos días sin aparecer por aquí, pero es que he tenido mucho trabajo... y hoy, lunes, después de un fin de semana tan cansado, no me apetecía complicarme mucho la vida para comer, tenía ganas de algo sencillo pero rico rico. Y echando un vistazo a la nevera, vi un paquete de masa para empanadillas, así que no lo dudé más: a la rica empanadilla de pisto!

Galletas de mantequilla (facilísimas)

En tardes como esta tan extrañas, con sol, lluvia, nieve, nieve, sol, nieve, lluvia… a uno se le acaban quitando las ganas de salir a la calle. Pues, ¿por qué no quedarnos en casita a hacer unas galletas fáciles y divertidas?

Ensalada a la albahaca (o Capri)

   Después de un fin de semana de algún que otro exceso (tipo torrijas) sienta muy bien algo fresquito y ligero que nos ayude a empezar la semana con buen pie. Mi propuesta: una ensalada tipo Capri (o caprese) muy rica y aromática, y lo que es mejor, sana y ligera.

Torrijas

Parece que ya es tiempo de torrijas, sí. Ya empezamos a verlas en los escaparates de muchas pastelerías y es ahí cuando yo me pregunto: ¿Por qué comprarlas si son taaan fáciles de hacer y nos pueden quedar taaan buenas en casa?

Aquí os dejo mi receta, básica pero con un toquecillo… ya veréis.

Mejillones a la diabla

   Si queréis terminar la semana con un plato sano y barato, ¿por qué no hacerlo con unos ricos mejillones?

   A pesar del nombre de la receta, los mejillones (en general) son un alimento que cuida muchísimo de nuestra salud. Tengo que reconocer que me he estado informando un poquito. Sabía que los mejillones son sanos y fuente de muchas vitaminas y nutrientes… pero no sabía que tanto. Así que he aquí mi pequeña campaña “pro-mejillón”, jeje.

   Por ejemplo, son abundantes en  vitamina B, vitamina C, ácido fólico, hierro... y especialmente abundantes en vitamina B12, que es esencial para la salud del sistema nervioso, la formación de los glóbulos rojos y para el adecuado crecimiento y desarrollo.

   Además, los mejillones frescos ofrecen tanta cantidad de proteína  como la carne roja, pero con mucha menos grasa, claro.  De hecho, la poca grasa que tienen es un ácido graso insaturado que todos conocemos  ácido graso Omega-3.  Estos ácidos, especialmente los que provienen del pescado y del marisco, ayudan a proteger nuestro corazoncito… Así que creo que os estoy dando motivos más que suficientes para comeros unos ricos mejillones hoy mismo!

Almejas a la marinera

Estaba ayer por la mañana en la pescadería cuando vi unas almejas con una pinta tremenda y me dije: "Esta noche me pongo de almejas hasta arriba!"

Fue así, inmediato. Después de la emoción inicial y de que se me hiciera la boca agua, tuve claro que la mejor forma de prepararlas iba a ser a la marinera. Es una receta de toda la vida, sencilla donde las haya pero que a mí me apasiona. Y una de las razones de ello... es la salsa! ¿A quién no le gusta rebañar la salsa con las almejas a modo de cuchara y después hacer barcos con pan recientito? 

Aunque sea un plato muy simple, está claro que sin una buena materia prima no queda igual. Ya que es algo que no cocino habitualmente, cuando lo hago me doy el pequeño capricho de comprar unas buenas almejas y usar un vino blanco más que decente, así que... es imposible que queden mal ;)  

Caldo de pollo (caldo básico)

Hay cosas que es necesario saber hacer en esta vida porque uno nunca sabe qué puede pasar, dónde puede terminar, cómo, cuándo, etc. etc. (y muchos más etcs). Una de esas cosas que hay que saber hacer, además de coser un botón, chapurrear inglés y cuatro cosas más... es hacer un buen caldo, un caldo básico. ¿Por qué? Muchas razones: porque es barato, porque sirve para mil cosas, porque te saca de apuros, porque está rico rico, porque calienta el cuerpo, porque cura, porque reconforta, porque se puede hacer con ingredientes muy diferentes... En definitiva, que me parece tan lógico que cualquiera sepa (o pueda) hacerlo que no he dudado ni un momento a la hora de ponerlo como entrada en el blog.

No solo os animo a hacer caldos como base para sopas y cremas, sino también para muchos otros platos, como arroces, guisos... Es taaaan grande la diferencia entre comer un plato cocinado con caldo y comerlo cocinado con una pastilla "de esas" de caldo concentrado... (A ver, estas pastillitas están fenomenal, no lo dudo, pero no hay que abusar de ellas -por mucho que nos digan que están hechas con ingredientes naturales, sin grasas y sin mucha sal...-. Nos pueden sacar de muchos apuros y está claro que pueden alegrar cualquier plato, pero igualmente os animo a usar estos caldos como base, no lleva mucho tiempo y el resultado es tan bueno y sano que realmente merece la pena). 

Os dejo aquí mi caldo, que puede que sea como el de muchos de vosotros, pero que puede que no. Solo un último consejo: haceos con una olla exprés, por dios! Uno de los mejores inventos de la humanidad junto con el lavavajillas, la lavadora... ay!

Pizza casera (cuadrada)

Esta es una de las recetas que entre mi familia y mis amigos siempre causa sensación. Cuesta muy poquito hacerla y los resultados son tan grandes y sobre todo tan ricos que no volveréis a comprar una pizza en la vida.

El truco es amasar muy bien la masa para que quede esponjosita y finalmente quede más crujiente. Atreveos con cualquier ingrediente. Podéis hacer también un cuadrante de cada tipo... Echadle todo lo que queráis y tengáis por la cocina, que seguro que queda buenísima.

Flan con un toque de vainilla

   Era necesario que apareciera por aquí alguna receta básica, de esas sanas, ricas, fáciles, que cualquiera puede hacer.  ¿A quién no le apetece un pedacito de flan casero después de comer y antes de continuar la jornada?

Casi todos tenemos nuestras versiones de flan casero: al huevo, de café, de chocolate…  y creo que no me equivoco si digo que toda madre y abuela (y seguro que muchos padres y abuelos) de este país tienen “SU” flan. Supongo que esto es un poco como las tortillas…

   Pues nada, os dejo mi versión, con un toque de vainilla que le va muuuuy bien y suavísimo al paladar. Con esto seguro que sorprendéis a alguna madre o abuela.

   Que el fin de semana os traiga muchos flanes y berretes!