La receta de hoy no puede ser más sana y más rica a la vez. Lo light o lo sano no están para nada reñidos con lo sabroso, así que no hay excusas que valgan.
El próximo domingo tengo una comilona de esas contundentes con la familia para celebrar mi cumple, que es en unos días :) así que esta semana intentaremos luchar contra las calorías y las grasas!
Por cierto, ¿visteis anoche Masterchef? Casualmente hicieron una lasaña muy similar a esta! Creo que yo he sufrido mucho menos haciendo la mía (pobrecitos, que estrés me causa ver ese programa) y está riquísima, así que os animo a probarla.
INGREDIENTES (2 personas)
Una cebolla pequeña
Medio pimiento rojo
Medio pimiento verde
2 Tomates
Medio Calabacín
Queso para gratinar
Sal, aceite de oliva
Comenzamos pochando las verduras como si fuera para un pisto pero sin añadir el calabacín. Ya sabéis, primero la cebolla, luego el pimiento rojo, el verde y por último el tomate troceado sin piel. El calabacín lo reservaremos, lo cortamos en tiras grandes y finas para que haga el papel de las placas de la lasaña.
Una vez que tengamos pochada la verdura, en una sartén doramos el calabacín, vuelta y vuelta hasta que esté doradito.
Y como si de una lasaña normal se tratara vamos poniendo una capa de calabacín, después el relleno, luego otra de calabacín y así hasta que se acaben las verduras. Finalmente, como queremos que sea una lasaña ligerita, simplemente añadimos un poquito de queso para gratinar (yo he puesto de cabra, que no es precisamente el más ligero del mundo, lo sé, pero es el único que tenía en ese momento a mano) y así conseguís un poquito más de sabor. Un toque de orégano o albahaca fresca también le van de maravilla a las verduras. Y si sois poquísimo vegetarianos también podéis añadirle un poquito de atún al sofrito de las verduras. Os lo aseguro, está riquísima!
V.
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