Siempre he pensado que las pechugas Villeroy son un plato delicioso por la combinación de cosas tan ricas que llevan: pollo, bechamel y jamón, como en este caso. Son todo cosas sencillas pero requetebuenas que combinadas dan un plato que, a pesar de ese nombre tan elegante es todo un clásico.
Obviamente, no es para hacerlo en un momentito, pero podéis dedicárselo una de estas noches a alguien a quien os apetece mimar un poquito ;)
INGREDIENTES (2 personas):
1 filetes de pechuga de pollo
200 gr. de jamón
40 gr. de harina
40 gr. de mantequilla
1/4 de litro de leche
Harina (para enharinar)
Pan rallado
2 Huevos
Sal y aceite de oliva
Primero haremos la bechamel para que se enfrie cuanto antes. Ponemos en un cazo la mantequilla; cuando esté derretida (no hay que ponerla a fuego muy fuerte) añadimos la harina y con las varillas movemos hasta que esté tostada. Vamos añadiendo la leche hasta que veamos que tenemos una bechamel consistente. Picamos el jamón muy pequeñito y lo añadimos. Salpimentamos y dejamos enfriar.
Una vez fria la bechamel, vamos cubriendo con cuidado los filetes de pollo, quedando una capa no muy fina. Enharinamos los filetes (esto exige un poco de cuidadito, destreza y suerte, jaja), pasamos por huevo batido, pan rallado y freímos con abundante aceite. Después, como siempre en estos casos, es mejor colocarlas sobre papel absorvente.
Toda una delicia...
V.