Y para darle la bienvenida a abril os traigo hoy una receta que no es fácil, es facilíiiiiiiiisima! Es de esos platos que se preparan en un momentito, para una cena rápida o simplemente cuando vienen amigos a casa y te apetece hacerles algo rico pero sin pasarte toda la tarde en la cocina. En realidad esto tiene formato de pizza, pero la base es hojaldre, con lo cual nadie os puede decir "qué pizza más rica", jeje. Simplemente es una forma fácil y sencilla de preparar algo riquísimo sorprendiendo al personal y con ingredientes que tenemos siempre a mano (yo, al menos, siempre suelo tener hojaldre congelado, me saca de muchísimo apuros!).
INGREDIENTES:
Una placa de hojaldre
2 tomates
Media cebolla grande
2 zanahorias
Media bolsa de espinacas frescas
Unos trocitos de queso curado
Aceite de oliva
Sal
Precalentamos el horno a 180 grados.
Ponemos el hojaldre en una bandeja de horno. Antes el hojaldre solo se podía comprar congelado, pero desde hace un tiempo lo hay también fresco y en varios formatos. Yo lo he comprado en forma redonda, así que así se ha quedado, jeje.
Yo he hecho una mitad con tomate y la otra sin él, ya que a mi novio le da alergia (ya lo sé, es muy raro, pero es así). En la mitad con tomate lo he colocado en rodajas muy finas. Luego he seguido con las verduras: la cebolla cortada muy fina en juliana, la zanahoria rallada y las espinacas tal cual vienen. Terminamos con unos trocitos de queso curado, que le quedan muy bien a las verduras. Regamos con un chorrín de aceite de oliva y una pizca de sal. Metemos en el horno hasta que veáis que el hojaldre está hecho (20-30 minutos suelen ser suficientes). Las verduras como las hemos cortado muy finas se hacen en un "pis pas".
¡Y ya está! Rápido, sencillo, jugoso... y adaptable a vuestras neveras, podéis añadirle de todo! Un poco de bacon, otro tipo de queso, unas rodajitas de salchichón... Probad y repetiréis ;)
V.
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