Yo no entiendo de dónde me viene la debilidad por las croquetas (las caseras, se entiende) pero es ver una y querer comerme 35 más ;) Creo que es algo de familia porque mi hermana tiene las mismas tentaciones cuando ve esas bolitas empanadas... de hecho, un día llegamos a hacer una competición en familia entre mi hermana, mi madre y yo, con un jurado compuesto por varios primos, tíos, abuelos... y ganaron mis croquetas de gambas, muy seguidas por las de jamón de mi madre (las de una madre siempre son las de una madre...). ¡Estas de bacalao podrían ganar cualquier competición también!
INGREDIENTES (para 30 croquetas aprox.)
50 gr. de mantequilla
50 gr. de aceite de oliva
Media cebolla
2 ajos pequeños
180 gr. de harina
250 gr. de bacalao desmigado
800 ml. de leche entera
nuez moscada
sal (dependiendo del bacalao)
Harina
Huevo
Pan rallado
Estas croquetas las he hecho con Thermomix, que tengo que rentabilizarla, jaja, pero con una buena cazuela y unas varillas podéis hacerlas requetebién, como se ha hecho siempre.
Ponemos la mantequilla y el aceite a calentar en una cazuela, y añadimos muy picados la cebolla y el ajo (por este orden). Si no os gusta encontraros trocitos podéis pasarlo al final por la batidora y listo. Dejamos pochar y cuando esté añadimos las migas de bacalao. Ya sabéis, si es salado tenéis que desalarlo entre 24 y 72 horas antes.
El bacalao no tarda nada en hacerse, cuando veáis que está blandito y parece que se deshace, es que está listo. Añadimos la harina y la rehogamos bien, para que luego no quede ese sabor a harina al que no tienen que saber unas ricas croquetas.
Vamos removiendo con unas varillas y añadimos la leche, hasta que vaya espesando.
Por último añadimos un toque de nuez moscada, que ya sabéis que a la bechamel le va fenomenal, y comprobamos el punto de sal.
Después de templarse la masa, la he puesto en una manga pastelera (de las de usar y tirar) y la he metido en la nevera un ratito. Una vez fría, he cortado la punta para que quedara un grosor adecuado al de una croqueta estándar ;) y he ido haciendo como "churritos" sobre una bandeja con harina, luego he hecho cortes según el tamaño de croqueta que quiero. Esta ess una técnica muy rápida para hacer croquetas y que queden todas más o menos iguales.
Luego ya sabéis cuál es la técnica: harina, huevo batido, pan rallado y a la sartén con un buen chorro de aceite de oliva a que se doren. Por supuesto, podéis congelarlas antes de freirlas y tenerlas para cualquier día que os apetezcan.
¡Probadlas y me contáis! Que paséis unos felices días pre-Semana Santa ;)
V.
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