Si, lo sé, ha pasado tooodo el verano y no he dado señales de vida gastronómica, pero entre las vacaciones (en las cuales no me ha apetecido hacer ni el huevo) y la vuelta al trabajo (en la cual, no apetece para nada hacer ni el huevo!) no he sabido en qué momento volver a la carga con el blog...pero ya estoy aquí y con una receta que es un bombazo, loca me tiene este ketchup casero! Un vecino me regalo un montón de tomates, y dije: con esto tengo que hacer yo algo más que gazpachos y ensaladas...Así que así surgió la idea de hacer un ketchup casero, ideal para carnes, hamburguesas, perritos, pasta y cualquier cosa a la que os guste echarle esta rica salsa que siempre he pensado que sería casi imposible hacer.
¡Feliz vuelta al cole!
INGREDIENTES (para 1 litro):
750 o 800 gr. de tomates pera o tomates que tengáis ya blanditos
50 gr. de pimiento rojo
40 gr. de cebolla
1 diente de ajo mediano
1 cucharadita de sal
1 palo de canela
1 clavo
20 gr. de azúcar moreno
20 gr. de miel
40 gr. de vinagre de jerez
Comenzamos poniendo en la batidora los tomates, el pimiento, la cebolla y el ajo, los picamos unos segundos y después los echamos en un cazo. Los cocinamos a fuego medio-alto durante una media hora removiendo de vez en cuando. Una vez que estén las verduras cocinadas, volvemos a pasarlo todo por la batidora hasta que quede una salsa fina, sin grumos ni trocitos.
Volvemos a echar la salsa al mismo cazo de antes e incorporamos el resto de ingredientes: la sal, el azúcar, la miel, el vinagre y el clavo pinchado en el palo de canela. Y ahora solo queda cocinarlo todo lentamente durante una hora, a fuego suave. Antes de acabar, no olvidéis retirar el palito de canela. Veréis qué consistencia y olor a ketchup va quedando...
Ya simplemente queda guardarlo en un bote y dejar reposar en la nevera unas horas o un día antes de utilizarlo. Os lo recomiendo muchíiiisimo, veréis que está mucho más rico que el ketchup "tradicional". No volveréis a comprarlo!
V.
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