Esta semana tengo que reconocer que estoy muuuy contenta e ilusionada. A pesar de ello, cocino espinacas, jajaja, que siempre me ha parecido un alimento aburridillo, pero con la receta de hoy veréis que no es así.
A lo que iba: estoy requetecontenta porque por fin, después de tiempo y tiempo deseándolo, tengo mi propia Thermomix!! Y puedo decir con total convicción que es mi tesooooroooooo.......
INGREDIENTES (4 personas):
Una bolsa de espinacas frescas
2 dientes de ajo
50 gr. de harina
30 gr. de mantequilla
500 gr. de leche
Nuez moscada
Pimienta
2 Huevos
Queso rallado
Aceite de oliva
Sal
Veréis que es una receta rica, fácil y rápida de hacer. Obviamente, no es la receta más ligera del mundo, pero yo que no soy muy fan de las espinacas solas y aburridas, de esta manera me parecen riquísimas y con mucho alimento!
En una sartén con 3 o 4 cucharadas de aceite rehogamos los ajos. Una vez doraditos añadimos las espinacas y la sal (al gusto). Como ya sabéis las espinacas se hacen en 3 minutos. Una vez rehogadas (veréis que pierden todo su volumen), añadimos la harina y rehogamos un poco más, para cocinarla. Luego incorporamos la mantequilla, seguida de la leche, pimienta y nuez moscada. Como si de una bechamel se tratara la vamos moviendo con cuidado con unas varillas.
Ponemos el horno a calentar a 180 grados. En una bandeja o recipiente para horno ponemos la mitad de la mezcla, cascamos un par de huevos sobre ella (como veis en la foto, he tenido doble sorpresa!) y cubrimos con el resto de la crema. Le damos el toque final con un poco de queso rallado y gratinamos en el horno unos 10 minutos.
Queda riquísimo y muy fino, y nadie se espera la sorpresita del huevo ahí en medio, jeje!
Felices pre-Navidades!
V.
Rico, rico. Ya te diré como me quedan
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