No sé a vosotros, pero a mí me encantan las comidas de invierno. Las sopas, los potajes, los cocidos, las cremas... Todo aquello que me inspira calor, cuchara, manos calientes, tranquilidad... me encanta! Y ahora que tenemos unas magníficas calabazas no puedo desaprovechar la oportunidad! Tengo que reconocer que las cremas y purés me gustan más cuando le doy un toquecillo crujiente (como a esta crema de calabacín con crujiente de jamón, mmm) así que aquí os propongo una cremita de calabaza con cebolla frita. ¡Para relamerse!